
La eliminación de tatuajes con láser es segura, y produce buenos resultados
El láser elimina los tatuajes mediante la emisión de una luz especial que pasa a través de la piel y es preferentemente absorbida por las tintas del tatuaje en la piel. Esta luz rompe la tinta del tatuaje en partículas diminutas. Entonces, el cuerpo se ocupa de eliminar estos fragmentos a través de su sistema inmunológico. Por lo general toma varias sesiones de tratamiento para asegurar el éxito, con intervalos regulares entre sesiones.
El procedimiento puede causar una sensación de ardor y dolor, que puede ser aliviado con la aplicación de una crema anestésica local. Algunas personas también experimentan un aclaramiento u oscurecimiento de la piel, aunque en la mayoría de los casos esto vuelve a la normalidad después de seis meses. El enrojecimiento en la zona es común después del procedimiento, pero desaparece rápidamente.
Durante el periodo de cicatrización, aconsejamos el uso de protector solar de factor alto, junto con otros consejos de cuidado que le serán entregados para lograr los mejores resultados.