El cáncer de piel es, por lejos, el tipo más común de cáncer. Los dos tipos más frecuentes son el cáncer de células basales y el cáncer de células escamosas. Por lo general suelen aparecer en la cabeza, cara, cuello, manos y brazos (áreas con mayor daño solar, pero pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo.

El tercer tipo de cáncer de piel, el melanoma, es menos común, pero es la forma más peligrosa de cáncer de piel. Cualquier persona puede contraer cáncer de piel, pero es más común en personas que pasan mucho tiempo en el sol o han sufrido quemaduras solares.
 
Otros factores de riesgo son: 

• Tener la piel, el cabello y los ojos de color claro
• Tener un familiar con cáncer de piel
• Ser mayor de 50 años

El primer signo puede ser una pequeña protuberancia de crecimiento lento, un lunar cambiante, o un parche seco, rojo o amarillo, áspero y escamoso. La clave para detectar el cáncer de piel en etapas tempranas es conocer bien su piel y dejar que su dermatólogo lo examine frecuentemente.

Las marcas cutáneas sospechosas y cualquier cambio en el aspecto de la piel son motivo de consulta. Cuando son tratados antes de que se extiendan, la mayoría de los cánceres de piel se pueden curar. Incluso el melanoma, un tipo de cáncer de piel que se puede propagar rápidamente, es curable cuando se trata a tiempo.
 
Si usted tiene cáncer de piel, es importante saber qué tipo tiene porque afecta sus opciones de tratamiento y el pronóstico.